ADIF apuesta por el desarrollo de las autopistas ferroviarias para impulsar la competitividad y la sostenibilidad en el transporte de mercancías

Las Autopistas Ferroviarias (AAFF) están comenzando a despegar en España. Estos servicios de transporte ferroviario de mercancías, que transportan tráileres o semirremolques de carretera, mediante vagones especializados, han experimentado un importante desarrollo en Europa, siendo una fórmula de éxito para reducir el tráfico de camiones en la red de carreteras.

Con estos resultados, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), junto con Adif y Puertos del Estado, han apostado por su implantación en nuestro país con el objetivo de dar el impulso necesario para el transporte de mercancías y alcanzar grandes beneficios socioeconómicos y medioambientales.

En el año 2019 se puso en marcha el primer itinerario de AAFF (en ancho estándar) en nuestro país (Barcelona – Le Perthus – Bettembourg), pero el beneficio ambiental para España es limitado por la reducida distancia que recorre dentro de sus fronteras, mientras que Francia sí obtiene un beneficio mayor por su gran recorrido en modo ferroviario.

Por este motivo, actualmente se está trabajando en la implantación de nuevos itinerarios en aquellos corredores prioritarios de mercancías, como el Corredor Atlántico y Corredor Mediterráneo, por su indudable interés para el sector logístico y de transporte, o en aquellos otros en que resulten sostenibles económica y ambientalmente.

En este sentido, Adif está inmersa en el análisis y diagnóstico de los citados corredores prioritarios para servicios de AAFF, tanto en ancho ibérico como estándar, con el fin de adaptarlos a sus necesidades, y de poner en conocimiento del sector qué corredores estarán disponibles para estos servicios, generando de esta forma certidumbre para toda la cadena logística.

Las Autopistas Ferroviarias van a ser un elemento innovador y disruptivo, pues con poco esfuerzo inversor permiten conseguir resultados relevantes. La apuesta tanto de Mitma como de Adif es firme, ya que se trata de una iniciativa fundamental para articular y materializar la importancia estratégica y geográfica de nuestro país, así como para enlazar nuestra cadena logística con las rutas y AAFF que ya vienen funcionando en Europa y que garantizan una mejor sostenibilidad del transporte.

Las actuaciones que serán necesarias llevar a cabo para su puesta en funcionamiento se verán, además, impulsadas por los fondos del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia, que son clave también para generar certidumbre en el sector privado y para que las empresas puedan acometer las inversiones necesarias consecuentemente.

Características de las autopistas ferroviarias

La Autopista Ferroviaria se define técnicamente como el “sistema de transporte combinado en el que los camiones son transportados por ferrocarril en servicios lanzadera empleando material rodante y terminales específicamente acondicionados según la tipología empleada”.

El servicio de autopista ferroviaria como solución logística

Es decir, su característica más importante consiste en que, frente a la concepción “individual” de los dos modos de transporte terrestre, con las AAFF el camión (con o sin la cabeza tractora) viaja sobre el tren y, por tanto, se integran de forma amistosa. Por este motivo, la relación entre la carretera y el ferrocarril se debe establecer en términos de co-modalidad en vez de intermodalidad.
Hay que subrayar que la Autopista Ferroviaria no se desarrolla contra el sector del transporte por carretera, sino para dotar de nuevas alternativas a las empresas que utilizan este modo de transporte, un sistema combinado que permite el traslado por ferrocarril de tráiler de carretera o semirremolques en servicios directos utilizando vagones especializados.

La Autopista Ferroviaria ofrece una mejor calidad de servicio a los transportistas y tiene como principales ventajas la seguridad y la fiabilidad, entre otras, convirtiéndose en una alternativa altamente competitiva. Y dado que la mercancía que se va a transportar es el camión, es necesario adaptarse a las demandas de este modo de transporte y, especialmente, a los precios, flujos y tiempos de viaje.

Desde el punto de vista económico, para que el transporte ferroviario resulte competitivo es necesario que su cuantía sea un 15% aproximadamente inferior respecto al precio por carretera, con el fin de compensar la mayor flexibilidad en el “puerta a puerta” que ofrece el camión.

Los flujos de transporte por carretera que tienen mayores posibilidades de “subirse al tren” son los que, además del necesario volumen de carga “ferrocarrizable”, recorren medias y grandes distancias, para que los costes de acarreos y carga y descarga tengan una repercusión menor por kilómetro recorrido. En este sentido, los posibles flujos captables vienen condicionados por distintas variables: distancia a recorrer, tipología de la carga, tipo de semirremolque, concentración de carga en origen y destino, necesidades de acarreos, las condiciones de la infraestructura ferroviaria, retornos en vacío, etc.

Por otro lado, las Autopistas del Mar, deben tener especial protagonismo en el desarrollo de las AAFF debido a la concentración de carga que proporcionan (camiones con o sin cabeza tractora) y a la ausencia del coste de acarreo que, con carácter general, soporta el transporte ferroviario de mercancías.

¿Qué se está haciendo ya en España?

Para avanzar en la implantación de las AAFF, Adif está analizando los requerimientos ferroviarios de infraestructura y operación en los corredores prioritarios, además de valorar el transporte de mercancías por carretera de media y larga distancia. La infraestructura lineal y nodal del primero y los flujos del segundo se deben alinear para posibilitar el cambio modal de forma eficiente.

Entre todas las variables que intervienen para la implantación de las AAFF, hay una que es limitativa, las condiciones de gálibo, debido a las dimensiones de vagones y cargamento (semirremolques), superiores al resto de tráficos intermodales. Por ello, Adif ha analizado en detalle las interferencias reales de la infraestructura actual (túneles, puentes, señales, andenes, etc.) con los principales gálibos uniformes y con las dimensiones y contornos de los semirremolques más utilizados (P400, P410 y P420).

En cada una de estas interferencias se valorará qué intervención conviene realizar (ripados, armamento en vía, catenaria rígida, rebaje de plataforma, desplazamiento lateral de la vía, etc. y, en último caso, reconstrucción de hastiales y bóvedas), así como el coste y el plazo de ejecución.

Respecto a la infraestructura nodal, se está definiendo cómo realizar la carga y descarga, estudiando las condiciones de las vías intermodales, las de formación y maniobra, las necesidades de aparcamiento y maniobras para los camiones, se está definiendo el papel de los puertos, etc. Además, se están valorando los planes de negocio que presentan los futuros explotadores de estos servicios de AAFF, los costes externos que se ahorran, protocolos de colaboración con autoridades portuarias y operadores logísticos y la creación de una oficina de apoyo y asesoramiento para la puesta en marcha de AAFF.

Uno de los itinerarios para AAFF que Adif ha priorizado en ancho ibérico se refiere al que transcurre entre el Puerto Bahía de Algeciras y la terminal de Zaragoza Plaza, que favorecerá el incremento de la cuota del transporte ferroviario tanto en la rama central del Corredor Mediterráneo como en el Corredor Atlántico. La puesta en marcha de esta AF potenciará, sin duda, la intermodalidad en la península ibérica en lo referente a los tráficos entre Europa y Marruecos.

Del mismo modo, recientemente Adif, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) y la empresa Transportes Mixtos Especiales (Tramesa), han firmado un protocolo general de actuación para la puesta en servicio de una nueva autopista ferroviaria entre Valencia y Madrid en ancho ibérico. El Protocolo tiene por objeto instrumentar la cooperación necesaria entre las entidades firmantes para viabilizar el desarrollo y puesta en servicio de la AF, disponiendo para ello de la infraestructura ferroviaria, terminales intermodales y el material rodante ferroviario, adecuado y necesario, para llevar a cabo este servicio de transporte.

El objetivo es impulsar el transporte de mercancías por ferrocarril, dotando al Corredor Madrid-Valencia en ancho convencional del máximo aprovechamiento ferroviario y potenciar la utilización de las infraestructuras ferroviarias en las condiciones que permita la circulación de la Autopista Ferroviaria (AF) en este trayecto, así como generar actividad económica para la explotación de las terminales intermodales en ambos orígenes/destinos y fomentar la actividad logística y ferroviaria con las máximas garantías de seguridad y calidad de servicio.

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