Francisco Aranda:

“Ya no es momento de llorar: somos estratégicos y nos ven con admiración”

 

Miguel Jiménez

Nos recibe Francisco Aranda en este arranque de 2025 sin ceder un ápice en su frenética actividad. Una vez cerrado el día y la hora, el presidente de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO) se entrega al análisis y la reivindicación ante una coyuntura que define como de “crisis permanente”.

Ahora bien, Aranda advierte que para el sector logístico no es momento para llorar ni para lamentarse, admirado por todos ante su papel estratégico y por cómo está siendo capaz de aportar valor en medio de las distintas dificultades, demostrando su potencia y fiabilidad.

¿Qué nos ha dejado en herencia el sector logístico en 2024?

Lo mas relevante ha vuelto a ser la confirmación de que somos un sector enormemente potente y enormemente fiable. Hemos aprendido definitivamente a convivir con las policrisis y esa es una enorme medalla que el sector puede presumir de portar frente a otros sectores.

Ha pasado ya definitivamente la etapa esa de que no nos valoran y ahora lo que hay que hacer es todo lo contrario, es decir, trasladar la fiabilidad de un sector que ha demostrado que es capaz de enfrentarse con éxito no solo a una crisis tras otra, sino cuando se producen varias crisis a la vez.

El mundo hasta ahora era lineal pero se ha vuelto polidimensional y el sector logístico ha sido el primero capaz de enfrentarse a este nuevo paradigma con éxito. Y ya es hora que transmitamos esta excelencia.

Este sector no está para lloros. No tenemos tiempo para llorar. Nos dedicamos a aumentar la competitividad de los países.

Somos un sector no solamente esencial, no solamente innovador, no solamente tecnológico si no que nos hemos convertido en un sector clave para la competitividad de los países.

Vivimos en su día la fase de ser muy valorados durante la pandemia, pero luego entramos en la fase de lamentar que se habían vuelto a olvidar de nosotros. ¿Ya hemos superado esta otra etapa?

Lo de llorar no tiene ningún sentido. Cada vez nos llaman de más sitios para acciones que nada tienen que ver con la logística directamente y este es el mejor indicador de que somos percibidos como un sector económico clave, estratégico y, además, ejemplar.

Otros muchos sectores nos perciben con admiración. Yo voy a los sitios con un enorme orgullo y todo el mundo está agradecido a nuestro sector y esto lo que tiene que hacer es autoestimularnos para seguir avanzando frente a los problemas que hay y va a seguir habiendo.

Estamos en la “permacrisis”, es decir, crisis permanente, y no solo de una crisis sino de varias crisis a la vez. Podemos hacer dos cosas: ponernos a llorar o ponernos a trabajar. Afortunadamente el sector ha decidido ponerse a trabajar y hacer frente a esta situación con éxito.

En términos económicos, ¿cómo le fue al sector en 2024?

Ha sido un año muy complicado. El sector son tres grandes actividades: transporte, logística y DUM. Ha habido un incremento de costes muy importante y aunque la facturación ha aumentado los márgenes se han reducido. Por otro lado, la renta de las familias ha descendido y eso ha afectado a todos los sectores. Además, ha habido regulaciones que han impactado directamente en la actividad. Al sector le ha ido razonablemente bien, pero podía haberle ido mucho mejor.

Hemos terminado con 1,1 millones de trabajadores, el 5% de todo el empleo de España. No podemos decir que ha sido un mal año, pero sí complicado.

¿Y qué podemos esperar de 2025?

El crecimiento del PIB de 2024 ha sido del 3,1% y las previsiones para 2025 son del 2,3%. Lo que ya decíamos en el tercer trimestre sobre que la economía se estaba frenando lo vamos a ver este año.

Va a ser más complicado que el año 2024 y si a eso le sumas las incertidumbres podemos decir que va a ser un año difícil.

El incremento de costes laborales en España, por ejemplo, es un freno importante. En este sentido, el principal problema que afrontamos en 2025 es la incertidumbre regulatoria focalizada en el Ministerio de Trabajo, de donde solo pueden salir dos tipos de normas: malas o muy malas. A ver qué pasa.

¿Cómo puede impactar la actual situación política al sector logístico?

El último informe del BEI recoge que el mayor obstáculo a la inversión en España es la regulación laboral. Esto es un hecho. Tenemos un Ministerio de Trabajo que ha puesto a las empresas no en el centro, sino en la diana, y no ha impulsado ninguna norma que favorezca la competitividad de las empresas.

Desde 2018 los costes laborales han crecido un 35%, impidiendo que haya más subidas salariales y más empleo.

Tenemos por ejemplo un problema terrorífico de absentismo. Estamos en niveles similares a cuando había una pandemia. ¿A qué esperamos para resolverlo?

A esto hay que unir las enormes dificultades para sacar adelante reformas normativas por parte del Gobierno y del Parlamento.

Indudablemente. Vivimos en una incertidumbre permanente para saber qué va a inventar el Gobierno para incrementar los costes fiscales o para perjudicar el marco laboral. Estamos solamente impulsando medidas populistas.

Uno de los principales proyectos normativos paralizados es la Ley de Movilidad Sostenible.

Es una norma muy importante al regular las ZBE. En esta transformación, se nos llena la boca del término colaboración público-privada, que consiste en que yo hago mi trabajo pero usted hace el suyo. Lo que no vale es que lo hagan las empresas y la administración pública no lo haga. Y cuando falla no pasa nada. Por eso, la Ley de Movilidad Sostenible es una herramienta para transformar las ciudades y no puede ser que estemos con esta inseguridad.

Sirva como ejemplo que no hemos recuperado el nivel de inversión privada previo a la pandemia. Algo pasa. ¿Por qué no llega inversión? Porque no hay seguridad jurídica.

En el asunto de las ZBE, ¿por fin se ha logrado un cambio en cómo los ayuntamientos conciben la DUM?

Ha habido varias fases. Una primera en que nos veían como el enemigo. Una segunda fase en la que entendían que tenían que buscarnos nuestro lugar y una tercera fase ahora en la que los ayuntamientos han entendido que somos un elemento básico de la ciudad y tienen que contar con nosotros para diseñar la ciudad del futuro. Mientras, nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo de innovación y eso se está percibiendo.

Pero somos un elemento nuevo y hay que hacer el esfuerzo de la pedagogía, porque además somos parte de la solución, pues somos autobuses de paquetes y además a través de los puntos de conveniencia estamos uniendo al comercio electrónico y al comercio de barrio.

En qué situación están las ayudas a la renovación de flotas.

Difícil saberlo en su conjunto. Lo que yo propondría al Ministerio es una sola plataforma en la que estuvieran todas las ayudas posibles para la renovación de flotas, que esas ayudas fueran sostenibles en el tiempo y que fueran bastante más ágiles. Y no hay que inventar nada. Basta con ir a Portugal y ver cómo lo están haciendo allí.

Con respecto al transporte por carretera, ¿cómo está respondiendo el Ministerio a las demandas sectoriales, cómo están funcionando los grupos de trabajo, cómo valora la interlocución?

Nuestra interlocución ahora mismo es perfecta. Siempre me gusta decir que nuestra organización es la que mejor interlocución tiene no solo con el Ministerio, sino con el Gobierno. Eso no significa que se nos haga caso. Eso yo no lo puedo garantizar, pero nuestras peticiones están encima de la mesa.

Respecto a los grupos de trabajo, se ha dado un paso muy importante, que es que haya grupos concretos. Y creo que el diagnóstico es bastante bueno, pero es que en España somos muy buenos haciendo diagnósticos, pero queda la ejecución, tomar decisiones, y ahí somos un poquito lentos. Hace falta tomar más decisiones e ir más rápido. No podemos estar permanentemente haciendo informes y análisis. Ya sabemos cuáles son los problemas y en los grupos de trabajo hay que tomar decisiones y ejecutar, sabiendo que no hay soluciones mágicas ni soluciones únicas. Tomemos decisiones. No podemos quedarnos atrás.

No estamos avanzando a velocidad lineal, sino a velocidad exponencial y hay que tomar decisiones. Y a veces no las comparte todo el mundo al 100%, pero hay que tomarlas teniendo en cuenta que hay que poner en el centro la competitividad de las empresas para que a los trabajadores les vaya bien.

El mejor ejemplo de lentitud son las 44 t, que aun ya tomada la decisión de ser aprobadas siguen sin ser ejecutadas.

Hablamos de una cuestión de sentido común. ¿Por qué hemos esperado tanto y seguimos esperando cuando de lo que tendríamos que estar hablando es de las 70t? Esta cuestión se ha quedado antigua y aún no está aplicada. No entiendo cómo no avanzamos más rápido en cuestiones tan evidentes… y todavía quiero verlo.

Otro de los temas en los que se redunda en los análisis pero no en las decisiones es la falta de conductores. ¿Cuál es su visión y cuáles deben ser las decisiones prioritarias?

Lo primero que me gusta decir en esto de los conductores es que no somos el único sector con problemas de este tipo. Es generalizada la falta de capital humano. Por eso hay que aplicar decisiones, porque el mundo está cambiando. O tomas decisiones o el mundo te come.

La primera, las 44 toneladas; la segunda, poner cuanto antes en marcha una formación profesional y financiada para limitar su costes; hay que hacer campañas de promoción y de pedagogía sobre el sector y la profesión; hay que fomentar las iniciativas de que en las grandes rutas no necesariamente el mismo conductor haga toda la ruta y se puedan establecer relevos; hay que desarrollar áreas de descanso modernas y seguras…

Hay que empezar ya. No podemos estar esperando a un plan perfecto, porque lo perfecto es enemigo de lo viable.

 Con respecto a la pata logística, la innovación se ha convertido en el factor fundamental. ¿Cuáles van a ser las próximas grandes tendencias en este campo?

Este sector está demostrando ser muy reflexivo y responsable a la hora de innovar, ya que dadas las exigencias tan enormes no podemos errar.

Estamos innovando cada día. Es pura innovación práctica. En big data somos por ejemplos uno de los sectores que más se están utilizando.

Ahora mismo yo creo que lo más necesario es incorporar profesionales que sepan utilizar estas herramientas innovadoras ligadas al negocio. Necesitamos aplicar la tecnología a nuestro negocio de forma más eficiente y que mejore costes o mejore la experiencia del cliente y/o el trabajador. La clave es que hay que poner el foco en el capital humano con estas habilidades.

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“Estamos en la ‘permacrisis, es decir, crisis permanente, y no solo de una crisis sino de varias crisis a la vez. Podemos hacer dos cosas: ponernos a llorar o ponernos a trabajar. Afortunadamente el sector ha decidido ponerse a trabajar”

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Vivimos en una incertidumbre permanente para saber qué va a inventar el Gobierno para incrementar los costes fiscales o para perjudicar el marco laboral, solo con medidas populistas

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Hay que incorporar profesionales que sepan utilizar las herramientas innovadoras ligadas al negocio

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“Hay que mencionar la escasa unidad de mercado que tenemos en España, con grandes operadores que al invertir en distintas regiones se enfrentan a regulaciones distintas”

“En líneas generales, el ministro Puente aprueba” 

Se ha cumplido recientemente un año de la llegada de Óscar Puente al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. ¿Cómo valora su gestión?

En líneas generales el ministro aprueba. Este ministro ha entendido que gran parte del trabajo de su ministerio y el resultado de toda esa labor no lo va a recoger él, sino los que vengan después. Esto es algo que echaba en falta en los anteriores gestores.

Lo que se necesitan son grandes infraestructuras, grandes operaciones de impulso de la intermodalidad, que se inician un día pero que no se inauguran al otro. Hace falta un largo proceso de desarrollo y luego ya veremos quién lo inaugura.

Esto yo creo que el ministro lo ha entendido y está acelerando muchas inversiones que se echaban muy en falta.

Ahora bien, tal vez yo le pediría más rapidez. Le pediría que apretara un poquito más en los plazos, porque en Europa se aprieta también.

Ya no vale con hacer nuestra tarea. hay que hacerla y además rápido y por eso yo le pediría al ministro Puente que fuera más rápido.

“En el ferrocarril tenemos que ir mucho más rápido, pero sobre todo lo que deberíamos establecer son hitos cada año”

El comercio electrónico es ya una industria esencial para el sector logístico y para España como polo de atracción en la instalación de grandes plataformas de distribución. ¿Cuáles son ahora mismo los grandes obstáculos que evitan una mayor apuesta de los grandes agentes económicos del e-commerce por España?

El primero es la incertidumbre regulatoria, esencialmente laboral y fiscal.

También hay que mencionar la escasa unidad de mercado que tenemos en España, con grandes operadores que al invertir en distintas regiones se enfrentan a regulaciones distintas, con un maremágnum regulatorio que hay que simplificar de forma exponencial. Para ello la mejor medida es simplificar el documento de responsabilidad, asumiendo el inversor de partida el cumplimiento de las exigencias e iniciando los proyectos y luego sometiéndose a las pertinentes inspecciones. Es una forma muy rápida de que la inversión llegue cuanto antes.

Por otro lado, otro factor esencial es avanzar en intermodalidad, que supone una gran eficiencia. Si no eres eficiente la gente se va a otro sitio. En este sentido, sin duda, hay que apostar por el ferrocarril.

En el tema del ferrocarril, ¿cómo ve las estrategias en marcha y el objetivo de lograr en 2030 un 10% de la cuota de mercado del transporte terrestre? ¿Cree que las soluciones en curso nos van a permitir llegar al objetivo?

En mi opinión hay que ir mucho más rápido. Por otro lado, lo que tendríamos que hacer no es plantearnos simplemente objetivos a largo plazo, de aquí a 2030. Lo que tendríamos que hacer es establecer hitos cada año, fijar un objetivo anual.

No pongamos grandes objetivos porque después se hace bola. Vayamos poco a poco, con hitos anuales.

Hay que hacer planes a más corto plazo para ver que vamos avanzando y hay que hacerlo para poder acelerar e ir rápido ahora, luego y más adelante, pero sin dejar de ir rápido y sin perder la referencia.

La competencia está ahí fuera y no se detiene. Es frustrante que teniendo una posición geoestratégica tan importante la desperdiciemos.

Por ejemplo, todas las comunidades autónomas tienen la percepción de que somos un sector importante capaz de atraer inversiones estratégicas. Debemos aprovechar el potencial. Ya pasó el tiempo de despachar. Hay que ir a vender y vender cosas tangibles.

“Tenemos que ir hacia tres ámbitos de negociación colectiva distintos ”

¿Qué situación atraviesa en estos momentos la negociación colectiva en el sector logístico?

Tenemos que ordenar regulatoriamente nuestro sector con tres ámbitos de negociación colectiva distintos: uno para el transporte, otro para la logística y otro para la distribución urbana. A partir de aquí a mi juicio tiene que haber un único convenio de carácter estatal, que pueda recoger peculiaridades de cada zona pero debemos definir un único paraguas, es decir, un convenio estatal para cada una de las tres actividades. Esto organizaría el sector, lo unificaría y trasladaría transparencia y seguridad jurídica.

Pero en las empresas del sector confluyen estas tres actividades que no siempre tienen los límites tan definidos.

Sentémonos con los sindicatos e intentemos organizarlo. No tiene sentido que tengamos infinitos convenios con diferencias tan enormes entre unos y otros.

Ante una propuesta así, ¿dónde hay más reticencias, en los sindicatos o en las patronales?

Todos somos reticentes al cambio, pero o cambias o la situación te obliga a cambiar, y es peor. Creo que es razonable coordinar el sector de una forma más simple y ordenada.

“El Centro de Carga Aérea de Barajas es prehistórico”

Una pata logística muy importante es el modo aéreo, que está creciendo de forma espectacular. ¿Cómo valora su evolución?

En el transporte aéreo, en mi opinión, los actuales crecimiento se quedan cortos. Por otro lado, en la misma línea, para mí el Centro de Carga Aérea de Barajas es antiguo, es prehistórico. El operador Aena tendría que dedicarle un poco de más de esfuerzo al que es el centro de carga más importante de España y uno de los más importantes de Europa.

Tenemos una conectividad en Barajas espectacular, pero la seguridad falla, no hay servicios para camiones ni conductores, la congestión es enorme… Esto Aena tiene que ponerle solución.

Después, en el modo aéreo tenemos otros elemento de disrupción que son los servicios de inspección en frontera. Creo en la apuesta que ha realizado el Ministerio de Política Territorial, pero quiero verlo. Y no es suficiente. Hay que seguir avanzando. Si ya hemos roto la lata del futuro, vamos a seguir progresando .

En este punto quiero aplaudir el trabajo espectacular que ha hecho en la sombra el presidente del Puerto de Algeciras, Gerardo Landaluce. Él es uno de los padres de la inspección paraduanera del futuro y hay que valorar su labor en la sombra. Debemos seguir avanzando.

En el caso concreto de Aena y los centros de carga, ¿no cree que hay una excesiva desregulación? ¿Comparte la idea de que Aena se limita a comercializar los espacios y que no hay ligada ninguna exigencia de servicio público que es algo por lo que debe velar Aena como gestor aeroportuario?

Coincido en el análisis completamente y es una cuestión que demuestra que Aena debería prestarle más interés a esto de la carga aérea.

Como empresa pública tienes la labor de servicio público y debe conseguir que el servicio para la carga sea muy eficiente.

Por eso, en el ámbito de la carga aérea, Aena tendría que exigir KPIs a todos los que están en la cadena de valor en el aeropuerto. Y si un operador no los cumple, pues se va fuera, caso del handling. De cara a próximos concursos hay que ir incrementando esos KPIs en la terminales. Por culpa de uno o dos, no podemos permitir que se nos caigan las cadenas enteras.

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